Tuvieron que pasar 23 años para que el Manchester United cayera nuevamente en Old Trafford frente al Tottenham.
Esa imbatibilidad durante más de dos décadas ya es historia porque los “Spurs” derrotaron 3-2 a los “Red Devils” en un partido trepidante y de grandes emociones en el segundo tiempo, cuando Wayne Rooney regresó en partido de Premier y el “Chicharito” ingresó en la compensación pero sin tocar siquiera el balón.
Toda la intensidad que el Manchester manifestó en el segundo tiempo, en buena medida a partir de la incorporación de Rooney, fue desconcierto en el primer lapso.
Inanimado, sin conjunción y plenamente superado por el Tottenham, el equipo de Old Trafford apenas aguantó 2 minutos el cero en su arco porque en ese momento cayó el primero de los “Spurs” con un remate de Jan Vertonghen, que debió agradecer un desvío de Johnny Evans.
El cuadro de André Villas-Boas hizo gala de solidaridad entre sus líneas y de solidez defensiva, lo cual se complementó con el desequilibrio de Gareth Bale y Aaron Lennon, contra quienes Rio Ferdinand y el resto de la zaga roja no podía competir en velocidad.
Ello quedó claro en el segundo tanto visitante al 31’, cuando el zurdísimo Bale definió de derecha luego de un contragolpe en el que pareció recorrer medio campo en un par de zancadas.
Afortunadamente para Alex Ferguson, Rooney estuvo disponible desde media semana en la Copa y por ello, un mes después de sufrir una lesión en la pierna que requirió varios puntos de sutura, el atacante reapareció en el segundo tiempo para revolucionar a su equipo.
"Chicharito" observaba todo eso en la banca y únicamente se ilusionó con ingresar en el primer tiempo cuando Van Persie recibió un duro golpe y se dudó de su continuidad.
En esa jugada, el holandés sufrió la rudeza de William Galas en la primera jugada polémica que pudo terminar en penal, como también sucedió con un jalón de Vertonghen sobre Nani y otra posible falta de Kyle Walker sobre Shinji Kagawa.
El partido vivió un clímax con tres goles en tres minutos a partir del 1-2 de Nani al 51', cuando el portugués punteó un centro de Rooney. De inmediato, el Tottenham puso el 1-3 con un remate de Clint Dempsey, quien aprovechó el rebote del portero Anders Lindegaard luego de un disparo de Bale.
Pero el Manchester no dejó que ese tanto se convirtiera en golpe anímico porque al 53’ se acercó nuevamente con el 2-3 que firmó el japonés Kagawa, quien controló de manera soberbia un pase genial de Van Persie para definir a la izquierda del arquero Brad Friedel, fundamental para la victoria visitante.
El duelo creció en emociones porque los Red Devils se fueron con todo al ataque y obligaron a los “Spurs” a defenderse con los once en su terreno.
Los locales contaron con ocasiones para al menos empatar, pero un cobro de tiro libre de Rooney pegó en el poste al 61’, Friedel salvó con un gran lance un disparo de Paul Scholes al 82’, además de que Michael Carrick estrelló un cabezazo en el travesaño al 84’.
Por si no fuera suficiente, Van Persie desperdició antes un mano a mano frente a Friedel con un remate demasiado cruzado, mientras que Patrice Evra le regaló un cabezazo al arquero a pesar de que tuvo comodidad para colocar el balón más allá de las manos del guardameta.
A Ferguson no le quedó más que jugarse todo en la compensación, cuando ingresó a Javier Hernández por Ferdinand al 92’. Sin embargo, el mexicano ni siquiera tocó el balón, el Tottenham aguantó la ventaja y el Manchester United sufrió una derrota histórica que le dejó con 12 puntos en el tercer lugar de la Tabla, a 4 unidades de distancia del líder Chelsea.
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