Por el empate de poca valía, y las dudas en el funcionamiento, el América tuvo poco que festejar esta tarde.
Las Águilas rescataron con dificultades el empate por 1-1 frente al Morelia en un partido que pareció disputado a medio gas, por un par de planteles que confirmaron estar por debajo de sus propias expectativas y lejos de explotar todo su potencial.
Entre lo poco rescatable para el equipo azulcrema fue la efectividad del canterano Raúl Jiménez, el juvenil que ocupó el frente ante la ausencia de Christian Benítez, y quien aprovechó una ocasión de las varias que tuvo para rescatar el punto.
La intensidad del América en el arranque era promisoria. Sin embargo, con las fallas en el toque definitivo, llegó el desánimo y el partido en picada emocional.
Sin el "Chucho" siquiera en la banca por una contractura, Jiménez apareció en punta y muy temprano, al minuto 4, tuvo un mano a mano con Federico Vilar, en el que salió mejor librado el guardameta visitante gracias al achique que le permitió desviar el remate.
Aunque ambos equipos tuvieron profundidad, y el América se vio más peligroso, lo que predominó fueron las imprecisiones, los cortes defensivos y uno que otro disparo lejano con dirección a las redes.
Uno de ellos fue de Carlos Morales, otro del “Rolfi” Montenegro y muy poco más.
La inconsistencia de ambos equipos se reflejó en los manoteos, reclamos y señalamientos de Miguel Herrera y Rubén Omar Romano en sus respectivas áreas técnicas.
Mientras el “Piojo” se pasaba la mano por el cabello en cada momento de frustración, cuando sobre todo reclamaba al cuarto oficial, el DT del Morelia no dejó de hacer aspavientos tácticos, como si enseñara a sus pupilos movimientos básicos en la cancha.
Con razón o sin ella, al menos ambos técnicos tenían motivos para sus reclamos, pues el partido estuvo lleno de faltas, resultó entrecortado y así fueron prácticamente contados los momentos donde hubo futbol.
Ni siquiera el gol de Monarcas fue producto de una jugada bien hilvanada, ya que el zurdazo de Carlos Morales fue desviado por Diego Reyes, ante lo cual el portero Hugo González ya no pudo reponerse en el lance al minuto 67’.
Cuando los michoacanos ya paladeaban tres puntos quizás inmerecidos, Jiménez apareció para peinar un centro de tiro libre y marcar el empate al 74'.
Romano pateó la arena luego de ver que eran inútiles sus protestas hacia el árbitro por la falta en el límite del área que derivó en el gol.
La frustración del estratega de Monarcas contrastó con el peculiar festejo de Jiménez, quien se fue a la banda y espero al portero suplente, Carlos Rodríguez, quien llegó con un balón que imaginaron ovoide, el cual le lanzó en papel de “quarterback” hacia el delantero convertido en receptor.
Aunque el arquero azulcrema lució en los últimos minutos, fue Vilar quien debió emplearse a fondo para impedir la victoria azulcrema, intentada por un disparo a quemarropa de Martín Zúñiga y un disparo lejano de Sambueza, a quien en el primer tiempo le anularon de manera correcta un gol por fuera de lugar.
Mientras las Águilas se quedaron con un triunfo en los últimos cuatro partidos, el Morelia llegó a cuatro jornadas sin ganar.
Ambos clubes se quieren ver como contendientes al título, pero hoy debieron darse cuenta que esa etiqueta requiere más esfuerzo, aunque sean pequeños lapsos de verdadero futbol.
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