Fue el partido oficial más exigente para el guardameta en el último año y medio con la “Roja”, que igualó a uno en su debut en esta edición de la Eurocopa en el Arena de Gdansk, con el portero como indiscutible protagonista en la primera parte, en la que detuvo cuatro ocasiones italianas. En la segunda, sólo necesitó una.
Su despeje a un lanzamiento de falta de Andrea Pirlo, con un bote complicado de la pelota antes de enfilar hacia la portería, o la mano derecha que sacó el cabezazo de Thiago Motta en el tramo final de la primera parte confirmaron su máxima importancia en la Selección española, en su cuarta fase final del Torneo Continental.
En total hizo cinco paradas. Son las mismas que protagonizó en el global de la fase de clasificación, en la que España ganó todos sus partidos y en la que el guardameta jugó siete encuentros: dos contra Liechtenstein (0-4 y 6-0), Lituania (3-1 y 1-3) y República Checa (2-1 y 0-2) y uno frente a Escocia (2-3).
Sólo Antonio Di Natale, en el minuto 61, tras un pase interior logró superarle en un mano a mano en el que el arquero no tuvo ninguna opción de detener el disparo del atacante italiano.
Ese gol frena la racha como imbatido de Casillas en las fases finales de la Eurocopa. No recibía un tanto desde el partido de la segunda jornada de la Fase de Grupos de 2008 frente a Suecia, cuando le marcó Zlatan Ibrahimovic en el minuto 34. Desde entonces había mantenido su portería a cero, incluidos los duelos de 2008 ante Italia (0-0), Rusia (3-0) y Alemania (1-0), hasta el 0-1 de ayer.
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