Si Félix Sánchez hubiera vivido en República Dominicana, probablemente sería un veloz jardinero en el béisbol de Grandes Ligas.
Pero el destino le deparaba otro camino.
La descalificación el jueves del relevo 4x400 no empañó el éxito del
atletismo dominicano en los Juegos Olímpicos. Con apenas 11
representantes en la pista de Londres, la isla caribeña conquistó el oro
de Sánchez en los 400 con vallas y la plata de Luguelín Santos en los
400 planos.
Es cierto que compiten por Dominicana, pero sus triunfos se han fraguado
lejos de casa. No es fácil dedicarse al atletismo en un país donde los
niños aprenden a batear desde la cuna.
"Luguelín (Santos) era un muchacho. Nos entrenábamos cada día soñando en
que algún día se nos iba a dar alguna oportunidad", relató el velocista
de 200 metros Carlos Jorge, amigo de Santos y con quien tenía que
practicar en una cancha de béisbol por falta de instalaciones en su
pueblo natal de Bayaguana.
"Claro que las condiciones para (la práctica) de este deporte no son las
mismas que tiene el béisbol, por ejemplo, pero sí nos motivó a muchos
todo lo que alcanzó Félix (Sánchez)", añadió.
¿Cuál es el secreto de este éxito?
Sánchez, campeón olímpico en Atenas 2004 y ahora en Londres, es un caso
particular. Nacido en Nueva York, su carrera profesional se desarrolló
íntegramente en Estados Unidos.
El verdadero semillero del atletismo dominicano está ahora en Puerto Rico y más concretamente en la Universidad Interamericana.
Siete de los 11 dominicanos que participaron en Londres, incluido
Santos, viven, estudian con beca y entrenan en las instalaciones de la
Interamericana junto al preparador José Rubio.
"República Dominicana cuenta con los talentos necesarios al igual que
Jamaica, Trinidad (y Tobago), Cuba, Bahamas, para poder despuntar no
solo en el atletismo sino en otros deportes a niveles olímpicos",
explicó Rubio, también dominicano.
"Con la federación (dominicana de atletismo) hemos venido haciendo un
trabajo mancomunado de reclutar esos talentos y poquito a poquito se han
ido desarrollando y ya estamos viendo los resultados de ese trabajo que
se está haciendo en el atletismo dominicano", agregó.
Desde la federación intentan que no se escapen esos talentos para
competir por otros países. Prefieren que vivan en el extranjero, con
mejores instalaciones y dedicación exclusiva, para además participar en
las pruebas más exigentes del circuito en Europa y Estados Unidos.
No siempre es fácil. Desde hace algún tiempo, tratan de reclutar atletas con ayuda de los mejores técnicos extranjeros.
"Nos ha hecho falta entrenadores de cierta calidad", señaló Gerardo
Suero, presidente de la Federación Dominicana de Atletismo. "Nosotros
tenemos el mismo nivel de cualquier otra gente, pero necesitamos
entrenadores con esa dedicación con los conocimientos".
"No son todos Luguelín Santos, pero pueden aparecer uno o dos", añadió.
Al mismo tiempo, un deporte como el atletismo ni se acerca al volumen de
dinero que mueven las Grandes Ligas de béisbol en Estados Unidos, cuyos
equipos tienen academias en la isla y gastan millones para reclutar
jóvenes talentos. Y nadie compite sólo por amor al arte.
Felipe Payano, ministro de Deportes de la isla, señaló que se está haciendo un gran esfuerzo desde las instituciones.
Santos y los otros atletas que viven en Puerto Rico tienen una beca de
la propia Interamericana, pero cuentan con una asignación mensual y una
ayuda económica del gobierno para sus familias en Dominicana, incluyendo
seguro médico y en algunos casos vivienda.
Por ejemplo, el oro de Sánchez le reportará 10 millones de pesos
dominicanos (255.850 dólares). La plata de Santos, seis millones
(153.510 dólares).
"En nuestro país, los padres quieren que sus hijos sean peloteros para
ganar buenos millones de dólares", relató Payano. "No son los mismos
millones, pero ahora los atletas y otros deportistas encuentran
incentivos con esta ayuda. Y eso es muy importante".
La progresión de Dominicana en los Juegos es evidente. Su debut fue en
1964 y su primera medalla, un bronce, lo logró el boxeador Pedro Nolasco
en Los Angeles 1984.
Pasaron 20 años hasta que Sánchez repitió metal, esta vez oro. En
Beijing 2008 ganaron otras dos medallas (oro en boxeo y plata en
taekwondo) y en Londres tiene otras dos preseas, las dos de atletismo.
"Una de oro y otra de plata es histórico para nuestro deporte y para
nuestro país fue maravilloso", dijo a la AP Sánchez, convertido en mito
del deporte dominicano. "El béisbol es el deporte de nuestro país, pero
ahora tenemos muchos atletas entrenando muy fuerte".
"Tenemos un brillante futuro", subrayó.
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